Flor de sal del Atlántico ecológica es una sal marina artesanal obtenida mediante métodos tradicionales a partir del agua del océano Atlántico. Se recoge de forma manual en la superficie de las salinas, donde se forman finos cristales blancos gracias a la evaporación natural del sol y el viento. Este proceso cuidadoso permite conservar intactas sus cualidades organolépticas y su sabor suave.

La Flor de sal del Atlántico ecológica destaca por su textura ligera y crujiente. A diferencia de la sal refinada, no se somete a procesos industriales ni contiene aditivos. Por ello, mantiene minerales naturales como magnesio, calcio y potasio, muy valorados en una alimentación consciente. Además, su sabor es más delicado, lo que permite utilizar menor cantidad para conseguir un resultado sabroso.

Por otra parte, su origen ecológico garantiza una producción respetuosa con el entorno marino. Esto la convierte en una opción adecuada para personas que buscan productos naturales y sostenibles. Asimismo, es muy apreciada tanto en cocina doméstica como en gastronomía profesional.

En cuanto a sus usos, esta flor de sal se emplea principalmente como sal de acabado. Se recomienda espolvorear justo antes de servir los platos, ya que así conserva mejor su textura. Es ideal para ensaladas frescas, verduras al vapor, pescados, carnes a la plancha y mariscos. También se utiliza en panes artesanales y, de forma creativa, en postres o chocolates, aportando un contraste interesante.

Además, su presentación y calidad la convierten en un excelente complemento para cocinas gourmet o para quienes disfrutan cuidando cada detalle en sus recetas. En definitiva, se trata de una sal marina ecológica que realza los sabores sin enmascararlos, aportando naturalidad y equilibrio a la alimentación diaria.

Flor de sal del Atlántico ecológica ofrece:

• Textura fina, crujiente y aspecto gourmet.  
• Aporta minerales naturales presentes en el agua marina (magnesio, calcio, potasio).  
• Sabor más delicado que la sal común, ideal para finalizar platos.  
• Producto ecológico, sin aditivos ni procesos industriales.  
• Puede permitir el uso de menos cantidad de sal para un sabor más intenso.  

Usos principales (culinarios):

Condimentar ensaladas, verduras y crudos. Intensifica los sabores. 

Realzar carnes, pescados o mariscos justo antes de servirlos. 

Combinar con panes artesanales, mantequilla o platos gourmet. 

Añadir un toque salado y crujiente a platos dulces o chocolates (como contraste).