Artemis Te blanco Bio

2,25 El precio original era: 2,25€.1,95El precio actual es: 1,95€.

20 bolsitas infusoras

Comercio justoBIO-ECO

5 disponibles

Artemis Te blanco Bio es suave, aromático, evocador. Esta especialidad china procede de las yemas y hojas jóvenes de la planta del té.

Propiedades Artemis Te blanco Bio

Digestiva, cardiovascular, antioxidante (gracias a sus polifenoles llamados catequinas) y protector del sistema inmune,  beneficiosa para la piel

Procede de los brotes jóvenes y hojas más tiernas de la planta Camellia sinensis, que se recolectan antes de que se abran por completo y se dejan secar al sol sin sufrir apenas procesos de oxidación.
Gracias a esta mínima manipulación, el té blanco conserva en mayor medida sus compuestos bioactivos, lo que le confiere propiedades únicas para la salud del cuerpo y la mente.

A lo largo de la historia, el té blanco ha sido considerado una bebida de élite, reservada en la antigua China para la nobleza y los emperadores.
Hoy en día, su consumo se ha extendido por todo el mundo, siendo valorado tanto por su sabor delicado como por sus efectos benéficos sobre el organismo.

1. Composición y características químicas

El té blanco es rico en antioxidantes, especialmente polifenoles, flavonoides y catequinas (como la EGCG), sustancias que ayudan a neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento celular.
También contiene teanina, un aminoácido que actúa sobre el sistema nervioso promoviendo la relajación sin causar somnolencia.
A diferencia de otras variedades de té, el contenido de cafeína (teína) en el té blanco es muy bajo, lo que permite disfrutarlo en cualquier momento del día sin alterar el sueño.

Además, el té blanco aporta minerales como manganeso, flúor y zinc, y vitaminas del grupo B y C, esenciales para el metabolismo energético y el fortalecimiento inmunológico.
Su bajo grado de procesamiento hace que conserve casi intactos los nutrientes originales de la hoja fresca de té.

2. Propiedades y beneficios principales

Poder antioxidante

El té blanco es uno de los tés con mayor poder antioxidante, superando incluso al té verde.
Sus polifenoles y catequinas combaten el estrés oxidativo, reduciendo los daños en el ADN y retrasando el proceso de envejecimiento.
Esto se traduce en una piel más joven, un sistema inmunitario más fuerte y una protección general contra enfermedades crónicas degenerativas.

Salud cardiovascular

El consumo habitual de té blanco ayuda a mantener una buena salud del corazón.
Diversos estudios han demostrado que sus compuestos bioactivos contribuyen a disminuir los niveles de colesterol LDL (“malo”) y triglicéridos, al tiempo que aumentan el colesterol HDL (“bueno”).
También mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos, regulando la presión arterial y reduciendo el riesgo de padecer hipertensión, infartos o accidentes cerebrovasculares.

Fortalece el sistema inmunitario

Gracias a su contenido en catequinas, el té blanco actúa como un escudo protector frente a virus y bacterias.
Refuerza las defensas naturales del organismo y ayuda a prevenir infecciones respiratorias, gripes y resfriados.
Su acción inmunomoduladora también beneficia a las personas con alergias o sistemas inmunológicos debilitados.

Salud bucal

El té blanco contiene flúor, taninos y catequinas, que impiden la proliferación de bacterias responsables de la caries y la placa dental.
Beberlo de forma regular ayuda a mantener los dientes más fuertes, el aliento fresco y unas encías más saludables.
Además, su bajo nivel de acidez lo hace menos agresivo para el esmalte dental que otros tipos de bebidas.

Cuidado de la piel

Los antioxidantes del té blanco actúan directamente sobre las células de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad cutánea.
Su consumo regular y su aplicación tópica en cosméticos ayudan a prevenir arrugas, manchas y flacidez.
Asimismo, las catequinas pueden reducir la caída del cabello y proteger el cuero cabelludo frente a la inflamación.

Efecto digestivo y diurético

El té blanco favorece una buena digestión gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Estimula la secreción de jugos gástricos y ayuda a aliviar la pesadez estomacal después de las comidas copiosas.
Su acción diurética contribuye a eliminar toxinas, reducir la retención de líquidos y mejorar la función renal.

Control del peso corporal

Diversas investigaciones sugieren que el té blanco ayuda a acelerar el metabolismo, favoreciendo la quema de grasas.
Consumido entre comidas, puede ayudar en dietas de adelgazamiento, ya que promueve la lipólisis (descomposición de las grasas) y reduce la formación de nuevas células adiposas.
Además, al tener un sabor naturalmente dulce y delicado, ayuda a disminuir el deseo de consumir azúcares refinados.

Propiedades neuroprotectoras

La combinación de cafeína y L-teanina favorece el estado de alerta, la memoria y la concentración, sin producir ansiedad ni temblores.
El té blanco también contiene compuestos que protegen las neuronas del deterioro asociado con la edad y podrían prevenir enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.

Efecto antidiabético

El consumo de té blanco puede contribuir al control de la glucosa en sangre, mejorando la sensibilidad a la insulina.
Esto lo convierte en una bebida adecuada para personas con diabetes tipo 2 o con tendencia a la resistencia insulínica.

Salud ósea

Los polifenoles del té blanco ayudan a mantener una buena densidad mineral ósea.
Se ha observado que las personas que consumen té regularmente presentan huesos más fuertes y menor riesgo de osteoporosis.

3. Características generales

Origen

El té blanco proviene de la planta Camellia sinensis, la misma de la que se obtienen todas las variedades de té.
Su origen se remonta a las regiones montañosas de Fujian, China, donde se cultiva desde hace siglos.
También se produce en menor escala en India, Nepal y Sri Lanka.

Las variedades más reconocidas son Bai Hao Yinzhen (Agujas de Plata) y Bai Mudan (Peonía Blanca), ambas muy apreciadas por su pureza y sabor floral.

Sabor y aroma

El té blanco tiene un sabor suave, delicado y ligeramente dulce, con notas florales y afrutadas.
Su aroma es fresco y natural, recordando a flores silvestres o frutas maduras.
Es ideal para quienes buscan una bebida refinada y de baja astringencia.

Contenido en cafeína

Entre todas las variedades de té, el té blanco contiene la menor cantidad de teína, aproximadamente entre 10 y 15 mg por taza.
Esto permite disfrutarlo a cualquier hora del día sin riesgo de insomnio o nerviosismo.
Es especialmente recomendado para personas sensibles a la cafeína o que buscan una bebida estimulante pero suave.

Preparación y consumo

Para preparar té blanco de calidad, se recomienda calentar el agua entre 70 y 80 °C y dejar infusionar las hojas entre 3 y 5 minutos.
No debe hervirse, ya que las altas temperaturas destruyen sus compuestos más delicados.
Puede beberse solo o con un toque de miel o limón, aunque su sabor natural suele ser suficiente.

El té blanco se puede disfrutar frío o caliente, siendo una excelente opción refrescante en verano y reconfortante en invierno.

4. Usos terapéuticos y cosméticos

Además de sus beneficios como bebida, el té blanco también se utiliza en productos cosméticos y de cuidado personal.
Gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, se incorpora en cremas, tónicos faciales y champús para revitalizar la piel y el cabello.
Sus extractos ayudan a proteger contra el daño solar, a regenerar tejidos y a mantener una apariencia juvenil.

En medicina natural, se ha empleado para aliviar el estrés, mejorar la concentración y apoyar tratamientos de desintoxicación.
Su efecto calmante y depurativo lo convierte en un aliado ideal en épocas de fatiga o tensión emocional.

5. Curiosidades y datos culturales

  • En la antigua China, el té blanco se ofrecía como tributo imperial y se consideraba símbolo de pureza.

  • Su recolección es manual y se realiza durante pocos días al año, lo que lo convierte en un producto escaso y valioso.

  • A diferencia del té negro o verde, no se oxida, por lo que mantiene el color claro y los aromas naturales de la hoja fresca.

  • En la cultura japonesa y china, se asocia con la serenidad, la longevidad y la meditación.

  • Existen más de 15 variedades reconocidas, cada una con matices únicos en sabor y aroma.

6. Contraindicaciones y precauciones

Aunque el té blanco es una bebida muy segura, se recomienda un consumo moderado.
El exceso puede provocar una ligera deshidratación o alterar la absorción de hierro en personas con anemia.
Tampoco se aconseja en grandes cantidades durante el embarazo o la lactancia debido a la presencia de cafeína, aunque mínima.
En general, dos o tres tazas al día son suficientes para obtener todos sus beneficios sin efectos secundarios.

Una taza de té blanco antes de irse a dormir es el mejor antiedad, aunque también se recomienda en ayunas.

Ingredientes Artemis Te blanco Bio

Té blanco ecológico

El té blanco ecológico está certificado Fairtrade, comercializado, auditado y proviene de productores Fairtrade, total 100%.

Té blanco en infusión

Fabricante: NATURESANA ARTEMIS BIO

Té blanco en bolsitas

Bolsitas de té blando en bolsitas de infusión, ecológico con certificado fairtrade ECO 28gr

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